La conciliación obligatoria no logra llegar a buen puerto y los sindicatos insisten en sus reclamos salariales y analizan medidas de fuerzas.

Como parte de la conciliación obligatoria que dictaminó el Gobierno semanas atrás, se llevó adelante una nueva audiencia con todos los sindicatos de trabajadores petroleros y las compañías y no sólo no presentó un avance respecto de la última reunión, sino que el conflicto escaló y la posibilidad de que el gremio implemente medidas de fuerza quedó a la vuelta de la esquina.
Respecto a la deuda que las compañías mantienen con los trabajadores, ofrecieron entre 9 y un 12% de aumento bajo una forma de productividad. Esto generó el disgusto de todos los gremios convocados, ya que ellos sostienen que el conflicto reside en un monto adeudado de la paritaria de 2019 y no con una discusión vinculada a la productividad.
Como lo señaló anteriormente EOL, el reclamo del Sindicato de Petroleros Privados, que encabeza Guillermo Pereyra, consiste en tres puntos fundamentales: la deuda de las compañías a partir de lo acordado en la paritaria 2019, una actualización salarial del 16,5% y el pago de los aportes adeudados que, según los gremios, sobrepasa los $1.000 millones.
“Está todo estancado. Nos hicieron una propuesta lejos en número e inadmisible en la forma. Pasamos a un cuarto intermedio. Contando posibles prorrogas que puedan hacer, el 5 de octubre vence la conciliación obligatoria y quedamos liberados para hacer una medida de fuerza”, dijo un referente de uno de los sindicatos que participaron de la audiencia organizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En cuanto a la paritaria de este año, esta misma fuente señaló que las empresas ofrecen un bono de $30.000 en tres pagos, por lo pronto una propuesta alejada de un 30% de actualización con cláusula gatillo que exigen algunos gremios.
Las diferencias que llevaron a que el Gobierno tomara la decisión de dictaminar la conciliación obligatoria, sumado a los posteriores traspiés en una negociación que no logra acercar posiciones, permitió que los distintos gremios del sector dejaran a un lado ciertas diferencias histórica y hoy estén dialogando sobre realizar medidas de fuerza en conjunto.
Días atrás, este medio también señaló que YPF puso en operación tres equipos de perforación, un set de fractura, dos Work Overs y cinco unidades auxiliares en la provincia de Neuquén, es decir, su parte del preacuerdo alcanzado con Pereyra sobre el cual la petrolera acusa al sindicato de no cumplir con lo pautado.
La próxima audiencia será el jueves 1 de octubre y se prevé que podrían llegar a participar los titulares de las empresas petroleras -dada la gravedad de la situación- en lo que será una de las últimas ocasiones que las partes tendrán para acordar.