El Estado de Río Grande do Norte comenzó a instalar pozos tubulares con sistemas fotovoltaicos, una solución para el acceso al agua, tanto para consumo humano como para la producción agropecuaria.

La gobernadora del Estado de Río Grande do Norte (RN) en Brasil, Fátima Bezerra, acompañada por el titular de la Secretaría de Estado de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (Sedraf) puso en operaciones el primer pozo tubular para abastecimiento de agua con sistema solar en la comunidad Barra de Espingarda, en el distrito de Caicó.
Fue el puntapié inicial y operativo en el terreno de un proyecto del gobierno estadual que habilitó la perforación de 120 pozos tubulares en comunidades rurales, alimentados con energía solar, que beneficiará a 96 familias, representada por la Asociación Comunitaria Rural de la Barra de Espingarda.
Como parte de la visita de la gobernadora a Caicó, también se entregó otro pozo de similares características a la comunidad Umbuzeiro, en representación de la Asociación Comunitaria Rural de los Sitios Umbuzeiro y Concordia, en la que se beneficiarán otras 60 familias.
[Chile busca integrar el agua de mar con el sol para producir energía limpia las 24 horas]
Estos pozos disponen de un sistema de captación de agua y bombeo a través de energía solar, además de un tanque de agua para 5000 litros y un bebedero para animales.
Justamente, estos sistemas de suministro de agua, operados con energía solar, ya se están utilizando en diversos países de América Latina (Perú, Chile, República Dominicana, Brasil, entre otros) en comunidades rurales que no disponen de acceso a la red de energía eléctrica.
“Con este proyecto insertamos a Río Grande do Norte en la modernidad energética, atendiendo comunidades alejadas de las zonas urbanas y beneficiando a quienes más lo necesitan”, señaló la gobernadora Fátima Bezerra. Y aclaró que además las obras del Gobierno del Estado incentivan el desarrollo económico y social y la generación de empleo, trabajo y renta.
Por su parte, Alexandre Lima, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (Sedraf) apuntó que “este pozo garantiza la seguridad hídrica de la comunidad y la autonomía energética. Éste es el primero, pero se instalarán otros en todo el estado”, remarcó.
Apuesta a los renovables
Se trata de una inversión prevista de 7.172.502,20 de reales (1,43 millones de dólares), que en su mayor parte proviene de recursos del estado de Rio Grande do Norte y el resto (R$ 1,15 millones) será aportado vía enmiendas parlamentarias del presupuesto federal.
[Qué es el grafeno y por qué puede revolucionar la energía solar]
El destino de estas obras es proveer agua potable a comunidades que hoy no la tienen y aprovechar la energía solar para el bombeo. Hay que tener en cuenta que en comunidades rurales también el agua contribuye a la actividad productiva.
Es lo que señaló durante el acto el presidente de la Asociación de la Comunidad Rural de Barra da Espingarda, Antonio Nieto: “La instalación del pozo es un gran beneficio que ayudará a mantener nuestra comunidad en el campo y produciendo”.
Brasil ya tiene experiencia en la sinergia de la energía solar con la provisión de agua. Ya en febrero de 2019, el presidente Jair Bolsonaro anunció un ambicioso proyecto de instalación de paneles solares a lo largo de dos canales de integración del río San Francisco, para que esa energía permitiera bombear el agua. El proyecto está en estado avanzado.
Pero además, la instalación de las placas fotovoltaicas sobre el curso de agua, permiten reducir de manera muy importante la evaporación, dado que los paneles terminan “bloqueando” la radiación solar. Los estudios señalan que una planta fotovoltaica de 1 megavatio puede ahorrar 9 millones de litros de agua al año.
