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China lidera la carrera de innovación tecnológica en energías limpias

El gigante asiático registra más de la mitad de los inventos mundiales vinculados a la reducción de emisiones de carbono en la industria energética.

Cuando se examinan las emisiones de carbono per cápita, China se encuentra detrás de países como Islandia, por ejemplo. Sin embargo, representa la sexta parte de la humanidad, con lo cual, sus 1.200 millones de habitantes emiten 11.680 millones de toneladas de carbono, algo que ubica al gigante asiático como el mayor emisor global con una cifra tres veces superior a las emisiones totales de los Estados Unidos.

Sin embargo, de cara a la transición energética, desde hace un lustro, lidera el proceso de cambio tecnológico para descarbonizar su economía en base a fortalecer la economía del conocimiento en torno a energías limpias. Tanto que, sólo en 2020 se presentaron 1,5 millones de presentaciones de patentes que protegen la propiedad intelectual en torno al tema.

Según el reporte anual de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la oficina china de la organización puso bajo protección global 3,3 millones de innovaciones tecnológicas chinas, un 45% del total mundial.

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No obstante, este porcentaje es aún mayor cuando se pone la lupa en los procesos innovadores aplicados a la industria: China protegió el 55% de los inventos registrados en el mundo durante 2020.

La carrera tecnológica por liderar los mercados de provisión de energía impactó en los últimos 10 años en el registro de innovaciones globales. Pasando de 111.980 registros en 2009 a 210.429 diez años después.

El registro de patentes e invenciones relacionadas con energías limpias podría ser apenas un número descontextualizado, pero detrás existen políticas de apoyos sectoriales consistentes y una financiación de las actividades de I+D. El proceso de registro innovación tiene, en general, dos instancias: una nacional y otra global.

En ese marco, los inventores chinos duplicaron el registro de patentes cada cinco años desde 1990. “El número de concesiones de patentes en segmentos de la industria relacionados con la energía en China aumentó casi 40 veces entre 2000 y 2020”, dice el informe de la Agencia Internacional de Energía publicado en las primeras semanas de marzo de este año.

Los rubros de mayor crecimiento en los registros se relacionan directamente con la transición energética, la descarbonización y la movilidad. El 35% de los inventos buscan innovar en la producción de baterías, energía fotovoltaica y vehículos eléctricos.

“En 2019, los inventores chinos representaron una parte significativa de las patentes mundiales en iluminación (25%), calefacción y refrigeración (21 %), energías renovables (19 %) y tecnologías EV (11 %)”, dice el informe de AIE. Sin embargo, la participación en la protección de derechos relacionados con la mitigación del cambio climático sigue siendo baja en relación a la participación global en otras actividades.

Desde su disolución en 1993, no existe un Ministerio de Energía unificado en China. Según el informe de AIE, la gestión de la política energética es interministerial, descentralizada y colaborativa. En ese andamiaje es la Administración Nacional de Energía (NEA) quien coordina la formulación de políticas energéticas junto a la Comisión Nacional de Energía. A su vez, el ministerio de Ciencia y Tecnología decide sobre el financiamiento de políticas de I+D. Solo la Academia de Ciencias China, de la que dependen más de 100 institutos de investigación, varios de ellos relacionados con la energía, tiene un presupuesto anual de 14 mil millones de dólares.

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El compromiso de neutralidad de carbono de China dispuesto en el Acuerdo de París obliga a las empresas estatales a estar a la vanguardia de la transición energética. En ese proceso y con el apoyo estatal, algunas adquirieron empresas competidoras en el extranjero y absorbieron sus actividades de I+D al tiempo que establecieron asociaciones con universidades de occidente y pusieron en marcha programas especiales para absorber de mano de obra calificada.

Así, por ejemplo Sinopec, el gigante petroquímico convertido en una de las cinco corporaciones más grandes del mundo, con una facturación anual de 283.000 millones de dólares, anunció que comenzará la construcción de su primer mega proyecto de captura de carbono. Lo hará aplicando tecnología CCUS (Carbon Capture, Use and Storage, por sus siglas en inglés). El CCUS es un conjunto de procesos tecnológicos  que permite capturar CO2 a grandes escalas y almacenarlo en el subsuelo de manera segura y permanente.

El proyecto de Sinopec tiene por objetivo capturar emisiones en las plantas petroquímicas de Qilu y transportarlo y almacenarlo en más de 70 pozos en los campos petroleros de Shengli.

Paralelamente anunció el desarrollo de un proyecto de verde  llamado Xinjiang Kuche. Con una inversión prevista de 450 millones de dólares, se construirá un parque fotovoltaico de 300 MW que prevé producir  20 000 toneladas anuales de hidrógeno en  2023.